Los legisladores europeos han propuesto estandarizar un cargador universal para productos electrónicos de consumo (teléfonos inteligentes y tabletas) como una medida a prueba de fallas contra problemas de rendimiento y para abordar los desechos electrónicos en la región.
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Una vez adoptada, los legisladores esperan que Europa se decida por la carga tipo USB-C en el futuro previsible. “Esto hará que sea más fácil para los consumidores ver si sus cargadores existentes cumplen con los requisitos de su nuevo dispositivo o les ayudará a seleccionar un cargador compatible”, explicaron.
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Además, la propuesta tendrá como objetivo armonizar los estándares de carga rápida para todos los fabricantes de teléfonos que operan en la Unión Europea. Quizás un objetivo aún más amplio de la legislación propuesta es frenar el vertido global de desechos electrónicos remodelando la industria de la electrónica de consumo.
Vale la pena mencionar que, anualmente, se estima que los cargadores desechados y no utilizados constituyen hasta 11,000 toneladas de desechos electrónicos en la Unión Europea.
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